Así, el QiGong es la base del conocimiento chino acerca del Qi, y estudia la interrelación primaria de éste con el ser humano, y la capacidad que tienen ambos para generar efectos uno en el otro.
El ser humano tiene la facultad de mover o manejar el Qi, tanto como tiene la facultad de controlar su respiración. Y la forma más natural de hacerlo es a través de impulsos eléctricos emitidos por el cerebro y de movimientos físicos que abren, relajan y fortalecen los tejidos y conductos del cuerpo. Las técnicas desarrolladas para lograr esto son conocidas hoy como QiGong.
El QiGong es un estudio profundo y serio que ha estado a cargo de los más desarrollados Maestros de la cultura china y ha evolucionado, según demuestran los registros escritos, desde hace, al menos, más de 5000 años.
En general, la mayoría de sistemas o estilos de QiGong consisten en la práctica de ejercicios mentales y posiciones o movimientos corporales muy suaves y sencillos que fortalecen y equilibran al cuerpo entero, potencian las facultades de la mente y alimentan los meridianos o canales por donde fluye el Qi; algunos otros tipos de QiGong utilizan respiraciones, hierbas y sonidos.
Es importante dejar muy claro que el QiGong no es un arte marcial, y sus movimientos y posturas no tienen una aplicación de combate, en cambio tiene por objeto el permitir al cuerpo potenciar sus facultades naturales de regeneración, desintoxicación, relajación y desarrollo. Por lo tanto esta ciencia no debe ser confundida con el TaiJi", (o "Tai-Chi" como también suele encontrarse equívocamente escrito), o algún otro deporte marcial.
Con la instrucción adecuada, el practicante puede alcanzar estados profundos de armonía y de contacto consciente consigo mismo y con el universo.
Con diferencias en la forma de comprender y de trabajar con la estructura más esencial de la cual estamos hechos, para diversas tradiciones y filosofías entre las que destacan las Taoístas, Budistas y Confusionistas, el QiGong ha fungido desde hace miles de años como la práctica básica que da el sustento para lograr los más altos propósitos del desarrollo humano. Pese a lo anterior cabe señalar que la mayoría de los sistemas de QiGong no tienen un carácter filosófico sino científico, no son ni pertenecen a religión alguna, pero tampoco están en contra de aquellas que se fundamenten en el cultivo del Amor, el Respeto y la Verdad.
Por su profundidad y complejidad, durante miles de años se mantuvo como un conocimiento disponible solamente a monjes y Maestros de China, sin embargo, hoy en día vivimos un momento de apertura y el QiGong está siendo compartido con el público en general, principalmente como una herramienta de ayuda en los procesos de curación física, pues es en esta área en donde ha resultado más fácil y objetivo medir el alcance y veracidad de sus resultados.
Existen once formas de QiGong reconocidas oficialmente en China, siendo ZhiNeng QiGong, la que está considerada como la más importante.